Jesus Was Wrong
Nos reponemos. Sacamos nuestros intestinos y los colgamos en la reja afuera de nuestra casa. Nos ponemos yeso, nos corcheteamos el estómago y el alma y salimos a trotar todas las mañanas para adelgazar gracias a medio litro de sudor. Nos bañamos, vemos lentamente como nuestros moretones se van borrando y las marcas de cuando nos cortamos las venas con hilo curado desaparecen sin dejas huellas. En una película alemana de bajo presupuesto que nadie vio, la protagonista intentaba desesperadamente olvidarse de la basura de persona de quien se había enamorado profundamente. Ella preparaba un plato de sopa y en ella echaba una foto hecha pedazos de el maldito maldito maldito hombre que le había roto el corazón. Ella lo olvidaba, y al día siguiente se volvía a enamorar de un sepulturero. Al final de la película todos cantaban alegremente a Edith Piaff.
Me señalaron con el dedo y me atravesaron el tórax con un hacha. Dolió. Camino a medias por veredas asquerosas llenas de vómito añejo que el tatita Dios ha preparado para mi. Nos reponemos, cantamos, escuchamos reggetón mientras pensamos que la vida apesta, que la gente es la basura del alcantarillado que no queremos oler. Que queremos pasearnos por todas las casas lanzando toallas higiénicas sucias con toda la sangre que me sale del pecho, que queremos balear cada cerebro inundado de ideas idio-tas y de corazones de ajo. Hoy quiero incinerar lo que te queda de vida y tirar tus cenizas al río mapocho. Si fuera más hardcore contrataría travestis para que los violaran a todos, para que se las violaran a todas y luego las repartieran por Santiago como a Hans Pozo. Y mi travesti favorito se llamaría Santiago. Hoy se me cae la piel a pedazos y yo rudamente me la como con leche. Hoy cocino mi corazón con papas y cebolla y te hago un bonito plato para que lo comas con ganas mientras yo me muero de hambre. Ojalá te de hepatitis, ojalá mi rabia te descomponga los genitales y estés siete meses meando gusanos. Ojalá cuando me tire de un edificio tú estés abajo para que al reventarme te caiga mi hígado en tu helado de lúcuma que te vayas comiendo. Me gustaría sentarme al lado del copiloto sin usar cinturón y morirme primero que el pelotudo que vaya manejando. Ojalá tu niña celestial mucho más dama que yo explote en celulitis y te chorree la alfombra. Ojalá leas esto mientras te sangren los ojos y yo me esté acostando con alguien que tiene algo que tú no tienes. Hoy: Maldita sea la paz y maldito sea el consuelo.
Vestiré taco alto y un vestido escotado el día en que todos se arrepientan. Me sentaré con las piernas cruzadas, usaré anillo, sabré hablar francés, me reiré femenina y mi abdomen bien trabajado se moverá con la risa, mi cara estará alegre, mi pelo brillante, mis pómulos marcados, mi cintura marcada, mis piernas perfectas y mis colmillos filosos. Seré una diva no sólo los lunes, los miércoles y los viernes, sino que toda la puta semana. Usaré ropa que nadie más usa y seré tan perfecta que querrás ahorcarme. Seré tan igual que siempre que querrás insultarme. Y tomaré a mi novio drogadicto de la mano para que me saque de ahí, andaremos en su moto y me morderá el cuello cuando lleguemos a su casa. Nuestra casa. Viviremos en Providencia y me dirá todas las noches antes de dormirnos que nunca ha conocido una mujer tan inteligente como yo. Luego pelearemos y yo lo mandaré a dormir al living. Soñaré exactamente lo que soñé anoche y llamaré al Michael para putearlo por 15 minutos por haberse ido. Escucharé a Jaco Sanchez fuerte mientras me baño y me saco 14 cremas para el pelo que me dejan igual que las modelos de la tele, esas que odio. Escribiré miles de canciones y copiaré otras tantas.
Canción: Que feliz me puse cuando de ti no supe nada más/ que feliz me puse cuando me fui con rumbo a otro lugar/ sin nada que ocultar/ mil canciones hablarán de lo fácil que es olvidar/ pero esta misma no fue tan fácil…
Mi novio entrará al baño y tendremos ahí mismo cuatro hijos que se llamarán igual. Y después el mismo novio que me amaba con cada uno de sus órganos enloquecerá una noche de octubre y me acuchillará con cada uno de los altazores que me habré ganado. De nada habrá servido el brillo de mi pelo ni las mentiras que me metieron como supositorio hace algunos años atrás. La Clau va a cuidar a todos mis hijos, y el más guapo de todos hará sufrir a su hija que será colorina y guapa como las chicas de la tele. Yo vendré del infierno para penar a todas las personas que alguna vez me hicieron llorar y les cantaré al oído canciones que lleven sus nombres. La mitad de Santiago se va a salvar. La otra mitad será devorada por hormigas gigantes que no los dejan tener relaciones sexuales. Fin de la historia. Hoy decido que así será mi vida.
Juano dijo desde Puerto Montt que él me ayudaría a sanar mi mente, pero que el problema es que él también está un poco desequilibrado. Yo le digo que no me hago problema, y que le pagaré con comida y con cigarros que le robaré a mi mamá.
Carlita En El País De Las Maravillas

¿Tú sabías que vendría?
Me siento en mi living, hablo con la Clau, sueño con la Ale, busco a la Ale, quiero a la Clau. Sonrío aliviada mientras mi mamá me ofrece un chocolate. Pienso y siento mientras miro la luna desde la ventana. Hoy pienso que esto es una buena señal, que podemos reponernos de los partos mal paridos, que podemos alejarnos de los desalmados que no tienen nada que entregarnos, que podemos olvidar para que una noticia nos enfurezca pero no nos entristezca. La furia, la maldita rabia del ego dolido. Es sólo eso, una gota de rabia con la que bien podríamos lavar la ropa. La Clau, que tiene respuesta para todo, dice que nosotros podemos elegir nuestra vida, tomar decisiones y quitarle el novio guapo, punky y drogadicto a chicas que si valen la pena. Todos sufren, a algunos se les quema la casa, a otros se le mueren los papás, otras han visto a su mamá tirarle una bacinica con pipí a sus papás, otros tienen las peores familias y otros pasan sus vidas enteras tomando malas decisiones. Nunca es tarde para pensar que la Clau tiene razón y juntarse con ella un día martes. Si tuviera una copa con alcohol brindaría porque la Jose aún está viva y marcaría tu número para decirte de corazón que te quiero y que la distancia es tan abismante que ya ni siquiera recuerdo tu número telefónico
Amén.
Michael: No. No. No. No.
Jaco Sanchez – Mis huesos polvo sean.
Yo hoy día

no soy sola.