La Chica Terremoto
Mi querida muy querida.
Ultimamente por acá en Chile tiembla mucho. Me he auto bautizado La Chica terremoto. Por las noticias aclaman con fervor que cada una hora hay un temblor. Y sufro frente a la pantalla todos los días. No puedo quedarme dormida porque me quedo esperando sicópatamente que algo suceda. Algún derrumbe, alguna muerte. Que no sea mi muerte le pido a diocito con las manos bien limpias. Intento pensar en otras cosas, pero nada. Ayer por la tarde hice una maleta a escondidas de mi madre. Junté mis ropas, mis objetos queridos, en caso de que un fatal movimiento telúrico me pillara de improviso. Fui al departamento de mi papá y le pregunté al conserje si él creía que resistirían aquellos verdes edificios nuevos. Puse un vaso de agua sobre mi televisor para verificar si los movimientos que mesen mi cama son realidad o ficción creada por mi mente aterrada. Aterrada por ese terremoto que siempre viene en verano y se devuelve a lo más profundo de la placa de nazca pero que algún día debe llegar. He tomado todo tipo de precauciones, con todos me he puesto de acuerdo en caso de terremoto. Dónde nos juntaremos, cómo llegaremos y qué nos diremos. El otro día me fui a leer las cartas y le hice la pregunta. Esa misma tarde, después de ver a la tía Rosa, corrí a pedir hora al sicólogo.
Pero anoche soñé con mi hermano muerto. Con Claudio Ignacio. El del lunar en la rodilla, el de las manos blancas, el borracho de los viernes, el que cantaba a los Scorpions y el que me decía Elita. Estábamos en una cama los dos acostados. Yo lo tenía abrazado y sentía sus latidos en mis costillas salidas. Lo abrazaba en mi sueño como jamás lo abracé de verdad. Fuerte, como se abrazan los pololos y como él no me habría dejado. Durante todo ese rato mi única preocupación era que no pensara que yo estaba enamorada de él. De repente lo miré a los ojos. Era mi hermano mayor, el mismo de tantas otras veces, el del día jueves, el de esos días. Le conté entonces que siempre soñaba que él revivía y luego despertaba y me daba mucha pena, y que me alegraba que esta vez fuera verdad. Él me decía entonces, "Pero Carlita, si estás soñando". Entonces me daba mucha pena, y me veía a mi sobre esa cama mirándolo fijo, y de fondo me escuchaba a mi sollozando mientras dormía en la realidad. Al despertar pensé si esos sueños serán acaso realidad. Y la respuesta yo ya la sabía. El Eder me dijo el otro día una cosa muy cierta en la sala. Me dijo que eran las luces. Y yo dejé entonces de creer en fantasmas. Sobre todo en aquellos que me quitaban el sueño.
Be My Baby In Santiago De Chile.








El nuevo mejor grupo para oír.
GRAN SANTIAGO
http://www.youtube.com/watch?v=iw0Vp-gVMkE
ERAS MI PERSONA FAVORITA
http://www.youtube.com/watch?v=SfXTQfhF4Ag&feature=related
Algún día estafaré a todas las personas que me caen mal.
Como muy bien lo habría hecho Breatix Kiddo.