El Verano En Que Britney Quedó Calva

Hoy se acabó el verano en que el calentamiento global nos hizo matarnos a golpes. El verano en que salí mucho, hice pipí con la Pao en la mar mientras nos mirábamos a los ojos, el verano en que la mar no se escapó ni de mi ni de mi Bufalito, el verano en que extrañé, en que no me atreví, en que me fui lejos y anduve en avión, en que me compré mucha ropa y vi miles de películas. El verano en que encontré a la Clau y ella me encontró a mi, en que me enamoré de un chico con novia y me puse a pololear con un niño que no amaba pero que me quería como novia. El verano en que me tiré a dormir al sol para que el calor matara a cáncer mi piel maltrecha y las caricias nocturnas que ya nadie hacía. Viajé en mi verano que se acaba hoy día, me bañé en la mar que me recibía helada y azul como en las películas chilenas. Hundí entero en ella mi cuerpo sin caderas y comí palmera en una playa sin abejas. Boté al mar todos los ratones muertos que había juntado debajo de la almohada (menos a Karim-apellido-lela) y decidí que por esta vez, contaminar no sería tan mala idea.

Y la vida tomó sentido y se vistió de hombre. De un hombre guapo que me hizo feliz. De un hombre guapo que si tuviera que ir a una fiesta iría a la fiesta de la Clau.

Hoy me puse mi polera negra con puntos de colores, un cinturón ochentero y zapatos rosados. Me bañé, me lavé los dientes, llevé una botella con agua, llevé almuerzo y me eché desodorante. Llegué cinco minutos tarde a clases, me comí el almuerzo frío, me gustó el trabajo del Michael (gran aporte), le declaré mi legendario amor a Alberto Zeiss en el casino y tuve un bonito grupo de trabajo en Teatro y Verso. Hoy fue miércoles y fue el cumpleaños de la Carlita chica. Hoy se acabó el verano. Hoy se acabó el verano y yo me puse feliz.