Friday, November 03, 2006

Perdidos En El Espacio

Hoy tuve un día bipolar. Todo estuvo normal hasta las 3 de la tarde, cuando la Laura me cuenta que no vamos a mostrar el examen de Dramaturgia porque la Jenny no se aprendió el texto y resulta que no quiere mostrar. Me dio pena porque yo quería mostrar mi obra autobiografía tragi-cómica mezclada con la vida de Hans Pozo y Un Verano Naranja. Me había esforzado en que el texto me quedara coherente e interesante, para que venga mi compañerita pajera a no aprenderse el texto. La verdad es que me dio tanta rabia que me dieron ganas de sacarle la piel con corontas de choclos y reventarle su cabeza contra la puerta para que la sala quedara llena de aserrín. Pero no lo hice, tuve que apagar a mis demonios internos y a mis sádicas ganas de vengarme cuanto antes de maneras muy crueles. Fui a la biblioteca con la Luz a buscar una obra para apagar un poco la furia que me estaba derritiendo las sienes del dolor. Cuando voy pasando por la sala, sale la Jenny con su esplendorosa figura y la cara roja de enojo. Debo admitir que yo, una lolita de baja estatura y con no mucha experiencia guerrera, me asusté un poco ante ella que parecía Misery a punto de quebrarme los pies con un martillo. Empezó a decirme que yo era floja porque llegaba tarde a los ensayos, que le decía tonta, que la trataba mal, que la andaba pelando, que me iba temprano de la universidad y que me creía el hoyo. Todo esto lo decía con su desagradable tono de voz que espantó a toda la escuela y con su infaltable sufrimiento y tono de voz “pain in the ass”. Mientras ella repetía su molestoso tralalá yo comencé a adentrarme a mi rincón más profundo, y cuando estaba ahí, sólo encontré odio, ganas de que se reventara ahí mismo por haber tirado a la mierda mi trabajo, ganas de que le diera cáncer, gonorrea, de que toda su familia fuera mutilada por un tren que yo manejara, que su vida fracasara por completo, que ganas de ser su papá y violarla todas las noches. Todo esto pasaba por mi cabeza mientras trataba de interrumpir su discurso culiao de pendeja mal parida sin muy buenos resultados. De repente se va y me deja hablando sola, cosa que no me pudo emputecer más y ya en mi estado más iracundo de la discusión, agarro la puerta para abrirla. Ella abre la puerta y… ME EMPUJA! Me-em-pu-ja. ME EMPUJA! Yo creo que no tenía tanta rabia desde que Jorge se fue de Protagonistas de la Fama, sentí que mi cuerpo contenía toda esa energía maligna y diabólica dentro de él y al no saber como mierda expulsar mi rabia feroz contra ella comencé a sentir que mi cerebro palpitaba y por minutos pensé que me iba a dar una embolia de tanto emputecimiento. Ella cerró la puerta y se fue. Yo me quedé en el pasillo lamentando enormemente no haber sido Nazi para, como muy sabiamente dijo MC, haber hecho jabones con la grasa de su enorme y descomunal trasero que se alejó sin dejar que yo lo pateara tan fuerte que la hubiera mandado al futuro. Salí de ahí y me puse a caminar hacia la biblioteca, tenía taquicardia y mis manos temblaban. Yo estaba llena de odio, yo estaba cosida como una pelota de trapo. De repente, frente a muchas caras conocidas no aguanté más y me puse a llorar, de rabia, de impotencia, de rabia, de rabia y de Jennifer Carol Juliette. No, no es chiste. La Luz me abrazó y me dijo que no llorara por weas. Pero yo, impenetrable ante cualquier tipo de consuelo. Lloré en la biblioteca, lloré cuando íbamos de vuelta a la escuela, lloré en el baño mientras hacía pipí, lloré mientras llamaba a la mamita y ella no contestaba, y terminé de llorar cuando estaba en el camarín sentada y apareció el Elvis a consolarme. Después de este momento desquiciado en que pensé que mi lado asesino y esquizofrénico iba a aflorar para matarlos a todos, mis otros compañeritos-si-pensantes comenzaron a arreglarme la tarde. Estuve mucho rato conversando con mi Eder Oscar Winner, la Caro, Polanco, Lechu y la nunca bien ponderada Iracema Rocha Of The Lion King (And i saw your face…) . Después fui a Meiggs con la Caro, el Elvis y un amigo de ella que era igual a Pancho Krebs. Caminamos mucho rato hablando de la navidad, de la gente enferma, del mote con huesillo y de _paredes. Meiggs me agrada, para donde uno mira está lleno de juguetes y de cosas baratas y todos los que están en la calle salen corriendo cada vez que aparece un paco. Después de no haber encontrado lo que andábamos buscando nos devolvimos a la universidad. Inmediatamente nos fuimos a la Biblioteca de Santiago donde hoy se lanzaba un libro de Espacio Escénico donde había escrito Ramón Griffero. Al llegar allá nos encontramos con todo el jet-set-teatral-bi-sexual. Estaba Alfredo Castro, mi queridísimo profesor de voz Cristián Lagreze que estaba con un terno azul que me hacía mirarlo, mirarlo y mirarlo, Carla Lobos, María Elena Ortega con su novia Clitemnestra, el loco de Mea Culpa del miércoles pasado (el Neo Nazi), la mamá y la hermana de Herbert Jonckers, la sita ministra de la cultura Paulina Urrutia y por supuesto el más grande, talentoso, cara de feto, kitsh y fleto de todos los dramaturgos de la historia, Ramón Griffero, que deambulaba por la exposición histérico y excitado a la vez. La mejor parte para nosotros vino cuando vimos aparecer a muchos mozos con centenares de vasos de jugo de frutilla natural y miles de empanadas de pino y de queso con camarón. Comida gratis, oh yeah. Por fin esto se ponía bueno, habían empanadas por donde uno mirara. Con La María Carolina y el Elvis parecíamos niños sin hogar, comíamos y comíamos como poseídos por el demonio, yo parecía una niñita flaite con tres empanadas en la mano y dos vasos de jugo. Nos dedicamos enteramente a comer durante 30 minutos, después de eso nos dio sueño y ya estábamos listos para irnos. Entonces vino la mejor parte del día…

Ahora lo cuento detalladamente. Sicópatamente.
Yo siempre he sido una maldita sicópata, no he cambiado con el tiempo.
Cuando vamos saliendo nosotros tres de la biblioteca, veo de reojo que Claudio Marín también se va yendo, entonces apuro a la María Carolina para que “por casualidad” salgamos con él y nos deleitemos más cercanamente con su polera apretada que deja ver claramente cada uno de sus músculos y su espalda tan bien hecha. Vamos subiendo la escalera y nos habla, nos pregunta si vamos al metro, le decimos que si, aunque ahora que lo pienso si él nos hubiera preguntado si íbamos al Cotolengo le decíamos que si. Nos contó que casi lo habían atropellado cuando venía llegando, que él venía corriendo y un auto como que lo había pasado a llevar pero él había hecho un movimiento ultra movimientístico y había hecho un mortal y había caído sano y entero. Lo amé, era todo un superhéroe, y yo su doncella que esperaba ser salvada y que abusara de ella. Luego, antes de llegar al metro cruzamos la calle con él y casi nos atropellan gracias a que cruzó con luz roja y nosotras como imbéciles lo seguíamos a donde fuera sin importarnos que nos llevara a la muerte su decisión. Además, que trágico y romántico morir junto a Claudio Marín. El Elvis nos seguía de puro extranjero perdido y weón. Después de casi morir en la calle llegamos al metro, momento en el cual el Elvis dice que iba a estación central. Me dio un ataque de risa porque entonces había perdido su viaje entero porque estaba caminando hacia el otro lado. Marín lo mira serio, le da la mano y le dice que se devuelva. Entonces la María Carolina despierta de su “ensueño del amors” y descubre que ella también iba a estación central. Yo me reí, y mientras lo hacía, le daba gracias a Dios y a todos los ángeles por este momento que venía a continuación: andar sola en metro con Claudio Maligno. Los dos mensos se fueron y yo me quedé sola con él. Yo nerviosa me reía sola como imbécil y me acordaba de todas las cosas estúpidas que habían pasado, cuando lo pervertía todas las mañanas cuando se cambia de ropa y queda en calzoncillos, cuando el Eder dijo que Marín se debería haber puesto la peluca de la María Carolina en el examen de bufón y haber bailado Break Dance y todo ese tipo de pelotudeces. Yo nerviosa a cagar. Compramos los boletos en silencio. Él me esperó. Caminaba y yo lo miraba y lo miraba. Lo amaba. Nerviosa. Qué wea le digo. Soy tan mongólica. Tan salada. Iu. Soy lo peor. Y él es tan perfecto, lo amo, es Dios. Interrumpe mis pensamientos absurdos, me pregunta por donde hay que ir. Lo llevo por el buen camino, pero lo amo en secreto y a gritos. Nos sentamos, los asientos vacíos. Él se sienta primero, yo me siento frente a él. Qué le digo qué le digo, es Claudio Marín y lo amo y no hay nadie más y mis hormonas gritan ¡Acción reacción! ¡Acción reacción! ¡Acción reacción! Cálmate imbécil. Me pregunta que en qué parte exacta vivo. En el 14 al lado del mall como a 10 minutos no 15 minutos. ¿En casa o departamento?. En casa. Silencio incómodo. Lo amo, le preguntaría donde vive él exactamente para ir a verlo todos los días y esperarlo que llegue del trabajo para confundirme con su olor a macho. No puedo evitar mirarle los músculos, sus pectorales de superhéroe profesor de movimiento. Le pregunto si compró el libro, se ríe, me dice hermosamente que se lo va a pedir a Ramón para que se lo regale. Me río, lo encuentro PERFECTO. Me pregunta si mañana tengo ensayo de dramaturgia, le digo que no, le explico mi drama, me dan ganas de contarle que lloré en la tarde, que me consuele ahora. Me dice que así es la gran mayoría de la gente, miserable y que esos no llegan a ninguna parte. Que lata. Le pregunto si conoce una obra de 4 mujeres, para actuación, me dice que Cariño Malo. No, descartada totalmente, ni cagando la Luz y la Consuelo lo hacen otra vez. Asesíname. Asústame. Enamórame. Tomadme. Se ríe y me dice que haga La Casa de Bernarda Alba. Me río. Parezco imbécil y me río de todo lo que dice, tengo que ser más seria. Puta ya vamos en Plaza de Armas y él se baja en Baquedano. Saca su celular, se pone a leer una wea. Yo lo miro de frente obsesivamente, agradeciendo a Dios que la María Carolina tuviera que irse a Rancagua y que el Elvis fuera para estación central. Sólo por este momento estudié teatro. Pienso si será muy mayor como para que se case conmigo. Se me sale la pregunta. 34 me dice, se ríe y me mira raro con sus ojos verdes que me cortan totalmente la sinapsis de las neuronas, me pregunta que por qué le pregunto eso. Silencio. Hago totalmente foco a sus ojos y a sus músculos perfectos que me saludan coquetones. Por nada, le digo. Para de reírse, nos miramos un poco más y miro para otro lado porque me puse nerviosa. El momento del día. Justo siento que me suena el celular. Un mensaje de María Carolina. Me cago de la risa y no me atrevo a leerlo, me mira para ver que pasa. Leo el mensaje: “Wena campeona! Te dije que valdría la pena. Pregúntale a Claudio si quiere ser mi novio?” Me empecé a reír sola pero tratando de simular la risa que verdaderamente sentía. Me cuenta que estudió en la Arcis, que fue de la primera generación que egresó, que era compañero de Karim Lela, que durante 10 años no supo nada de la escuela y luego volvió a trabajar ahí. Le pregunto que qué hizo durante esos 10 años, me dice que viajó, que hizo un poco de tele, muchas obras, talleres y miles de cosas más. Mierda, ya vamos en Bellas Artes y se baja en la próxima, que fui weona, debí haberle dicho que iba a Vicuña Mackenna y así me iba con él hasta Plaza Egaña. Me dice que va ultra atrasado. Me va a preguntar algo pero lo interrumpo, le digo que acá se baja él. Y ahora viene la parte que yo había esperado con más emoción. El beso de despedida. Veo todo en cámara lenta, él se inclina hacia mi con todo su cuerpo de príncipe azul como de Arabia, acerca lentamente pero con máxima energía su cara con su boquita y sus ojitos verdes hacia mi y cuando va en la mitad del recorrido recuerdo y maldigo las miles de empanadas de pino que me había comido hace algunos minutos. Cierro la boca y evito respirar para no agredirlo con mi olor a cebolla. Me agarra la cabeza con su mano derecha y me da un beso en la mejilla que me dejó levitando por más de dos horas. Se va entre la gente. Que ganas de gritarle que lo amo desde el primer día en que lo vi haciendo la invertida, que le quiero dar la prueba de amors, que quiero tener mil hijos con él ahora mismo, que si estaré con él hasta que la muerte nos separare, que hagamos los trípodes juntos, que lo amo, que lo amo. Yo lo miro, y lo miro y lo vuelvo a mirar hasta que desaparece. Me siento enamorada. Enamorada e imbécil. Se me sienta al frente un viejo gordo, pelado y con peluca. Me mira sonriendo. Yo lo miro con desagrado. Y me vengo todo el camino planeando mi matrimonio con mi profesor que es 14 años mayor que yo. Lo amo. Pero a la que más amo es a la María Carolina que me dejó sola con él a pesar de amarlo también. Kathrina: Te quiero desde Meiggs.

Y así terminó mi día, sin dolor de cabeza y con muchas weas chistosas para escribir en esta mierda de blog.




Me puse feliz!


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Anonymous Anonymous said...

-haber hecho jabones con la grasa de su enorme y descomunal trasero ... tan fuerte que la hubiera mandado al futuro- ... y el cotolengo!!!!!!!!!
ers genial(1)...genial(2),gracias por darme la oportunidad de leer tanta wea junta,eres genial(3).
Bsos para la cupida + genial(4)q conozco.

November 04, 2006 8:26 AM  
Anonymous Anonymous said...

Recorro a diario una franja de costa
de arena blanca de sol y de sal
que golpea eternamente noche y día
el oleaje del mar.

Aquí he venido a dar por accidente
para afrontar la existencia y azar
que lleve el náufrago de sus anhelos
y la tempestad.

Mis caminatas se han vuelto el objeto
de cada mañana que salgo a buscar
en la distancia la vela de un barco
que algún día vendrá.

Le di por nombre “la Isla del Olvido”
y entre otras cosas me puse a juntar
la variedad de formas de botellas
que abandona el mar.

Y así encontrando ya hace mucho tiempo
en una de ellas me hallé esta señal:
“sigo esperado por ti cada ocaso
en el mismo lugar”.

La nota no tenía firma ni fecha
como tampoco marcaba un lugar
e imaginé que encontraba en el mundo
otro náufrago más.

“Sin tiempo y firma y de ninguna parte
te salgo a buscar”,
decía el mensaje en la misma botella
que devolví al mar.

Así mi vida en la Isla del Olvido
adonde cantan las olas del mar
abandonando maderos sin tiempo
y sueños sin hogar.

De arena blanca en la noche estrellada
de luminosas mañanas sin más
que andar dejando en la arena mis huellas
que el mar borrará.

Siempre esperando el ala de una vela
que me quisiera a su viaje invitar
hallar los restos de aquellos
que ya no han vuelto a navegar.

Se sigue aquí sólo que hace algún tiempo
que extrañamente he empezado a encontrar
mensajes de otros naufragios que han visto
una vela en la mar.

Y así como ellos llegan a mi playa
cada crepúsculo vuelvo a lanzar
a un mensajero nombrando un anhelo
que tarda en llegar.

Junto con unas palabras de aliento
que escribo a quien las pudiera encontrar
en el mensaje que en esta botella
confiamos al mar.

November 04, 2006 6:28 PM  
Anonymous Anonymous said...

waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahahahahahahahahahahahahahhaahahhahahahahahahahahahahahahaahhahahahaha

es uno de los textos más graciosos que he leido, casi tanto como el dinosaurio epileptico, carlota deberias casarte con claudio, porque si se llama así significa que es lo máximo, oh que risa señoras y señores

y a esa mina enferma con voz de traqueotomia si la veo le reviento el culo a patadas...oh que fuerte, pero es verdad, si quieres un día voy y le doy un cabezaso y la dejo nockout.

ay señor que risa


carlota linda, la quiero muchisimo
cuidese y pa la otra avisa pa ir a la tocata y a tomar jugo de fruta natural
yo pa lo próxima te invitaré a hacer una performance


te quieor

muchos besos



la mejor
e incomparable
y más colorina

la claus

November 04, 2006 8:18 PM  
Anonymous Anonymous said...

mi carlita, ME RE CAGUE DE LA RISA CON TU POST, eri lo mejor de La Florida. Disculpa que en esta oportunidad no sea tan extenso ni poético, pero me encantas, en especial cuando nombras las tallas de la U y de la Iracema Rocha (Airacema Roucha, para algunos)....The lion king...wuajajjajajaja x)..pobre diabla

November 04, 2006 9:57 PM  
Blogger Kathrina Blanko said...

AAAAAAAAAAAAAAAAAH
Increible.
Una pieza de antologia del humor postmoderno.
FUe bkn ese dia...un gran dia. GRacias por habermne acompañado a Meiggs a pesar de haber sido sorpresivamente visitada por mi amigo el doble mapudungun de Pancho Krebs.
EL hecho de q hayas sido tan amena ese día me hizo lamentar menos el hecho de no haberme ido en metro q era la wea mas sensata pero a su vez contraproducente pq mi naciente amor hacia CLaudio hubiese incrementado y a su vez te hubiera privado de tener esos gloriosos minutos q tan bien describiste. En fin.
Me gustaria hacer un estudio para cachar q mierda de efecto producen los profes en las feromonas del alumnado @___@
Eso...ame tu escrito, me brindo horas de risa y me dejo transmitiendo sobre tu persona por el resto de la tarde, y de la semana.
Me gusta q escribas. tu estilo la llea es sincero, gracioso y bordea lo patetico.. es lo mejor.
GRacias tb por presionarme a ir a ver la obra de Pancho...la ame, me alucine, incluso soñe con el perrito gigante y la cocinera (jajaja q triste) y me hizo amar mas a pancho al no abandonar la idea de q es tierno, infantil, sensible y noble como un principe q llora balbuceando. Pta la wea asi nunca superare mi obsesion. AHora te odio.
Caigo de sueño...y debo enviarle mis obras a Juanito..el me dijo algo bkn te lo cuento en vivo mejor para q veas la emocio n en mis ojos.
UN abrazo gigante q te dare un rato mas.
ADieu!

November 07, 2006 8:32 AM  
Anonymous Anonymous said...

This comment has been removed by a blog administrator.

November 07, 2006 10:39 AM  
Anonymous Anonymous said...

This comment has been removed by a blog administrator.

November 07, 2006 4:25 PM  
Anonymous Anonymous said...

CAHRLIE MARIN....LE DIERON TU BLOG
PA K SIGAI LLORANDO
OKI

November 14, 2006 7:44 PM  

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