Un Avión Cayó En Mi Jardín

Bueno, a la mamita la quiero porque siempre le duele la cabeza, porque le gusta Gloria Trevi, porque siempre sufre por amor, porque no tiene perros, porque es bonita, porque le puso Chico Misterio al Chico Misterio, porque se ríe muy chistoso, porque aprendió rápido la canción del teléfono, porque le gustan los tabletones, porque vive al lado de todos los flaites, porque me invita a comer pizza al 14, porque se echa la misma crema para el pelo que yo, porque me defiende, porque me lleva comida cuando yo no llevo nada, porque tiene una casa en la playa, porque le gustaba ir a comer papas fritas a la vuelta, porque no toma, porque baila bien y porque me quiere de verdad. De verdad, de verdad, y ya nadie quiere de verdad.

Y Veraneo termina cuando Ema está tirada en la arena rodeada de partes del cuerpo que el mar devolvió, y su breve amiga ha desaparecido porque se murió. Así sucede en la vida real y como muy bien dice Alvaro Morales en una pésima actuación, así sucede y así deja de suceder.

Por fin el internet ha vuelto a mi casa. Lo que es yo, hace tanto tiempo que no vuelvo a muchas partes. La música de Tracy Chapman me adormece y me dopa a las 4:48 como todos dicen. No sé cual sea la hora exacta para suicidarse, para colgarse, cortarse las venas y tomarse 8 frascos de pastillas. Si, todo al mismo tiempo. Para no revivir para no volver como si la vida fuera una puta película de Almodóvar. No quiero volver, no quiero que mi vida sea un constante deja vu con olor a menstruación, no quiero atorarme con traquiotomías mal hechas y despertar a las 3 de la mañana ahogándome y repitiendo: “Tropecé con hormigas. Tropecé con la palabra tropecé”. Mierda. Mi cabeza no mide tanto como para que me quepa tanta canción de Inti illimani, tanto dulce, tanta presentación, tantas ideas para no echarme el ramo, tanto sueño, tanto texto, tanto sexo, tantos hombres, tantos nombres, tantas mujeres, tanto asco, tanta decepción, tanta paloma reventada en la pared.
Si me preguntas como soy te respondo que soy una perra y no sé si quieras conocerme, tarde o temprano, te aburrirá mi ironía. Te espero mañana en la estación de metro con Kudai de fondo, tú sabes la hora, yo sé tu número y tal vez, si Dios no está ocupado leyendo mi blog me mande algo bueno y a lo mejor tengas algo nuevo que contarme.

Debo 55 lukas en Falabella y no sé como pagarlas. Si alguien quiere comprar mi hígado o un riñón me avisa. Si alguien quiere fuego lo siento, nunca tengo.


Soy tan infantil que si no me quieres no te hablo. Soy tan infantil que si no me quieres no te lloro. Soy tan infantil que me compré un cepillo de dientes de animalitos.

Recomendaciones:

Tracy Chapman – Change
The Postal Service – Such Great Heights
Erasure – A Little Respect
Santos Dumon - Un Avión Cayó En Mi Jardín

A continuación:

For The Nostalgic...


Those were the days.